sábado, 20 de agosto de 2011

Restauración. "5.- Alexus"

Durante el resto del día, Christa siguió hablando de lo amables que eran Tristan y Dylan. Sé que Dylan es amable y quizás un poco loco, aunque para nada callado, como ella cree. A mí me pareció un poco tímido en su presencia, que otra cosa. En cuanto a Tristan, ya estaba cansada y no quería escuchar ni una palabra más sobre él, o lo amable que era. Estaba harta. Hasta de escuchar hablar de él y harta de tener que evitar que Farrah y Bella nos escucharan-o, en realidad, que escucharan a Christa, quién era la que hablaba, yo sólo decía "shhhh"-. Y estaba agradecida de haber acabado con ello ya, poder recostarme un rato y pasar tiempo con mi persona favorita en todo el mundo.
- ¿Alexus?-preguntó mamá, desde la sala-. ¿Eres tú, hija?
¿Quién, si no?
- Claro, mamá-contesté. A ella no le molestaba.
- Ven y sostén a Tyler un minuto-pidió.
Me apresuré a llegar hasta ellos, solo para enredar mis manos en esos rizos de caramelo que tanto amaba.
- ¡Al!-gritó al verme. 
- ¡Ty!-lo saludé.
Corté la distancia que nos separaba, de un salto y lo abracé con fuerza. Mi pequeño de cinco años, a quién amaba más que la vida misma. El mejor regalo de cumpleaños que me han hecho jamás.
Mamá dejó escapar un suspiro de alivio.
- Oh, hija, mis piernas te lo agradecen-dijo, sonriéndome.
Estaba muerta de hambre, pero no lo dije, porque sabía que mamá estaba cansada. Acababa de llegar del trabajo con Tyler, quizás una hora antes que yo, y tendría que irse, de nuevo con Tyler, en media hora. Él ya había comido, y no me dejaría comer a mí. Era muchísimo más fácil compartir con él y almorzar cuando ya se hubiesen ido.
Tyler jugaba con mi cabello, mientras lo sentaba en mis piernas. Pensé que quizás a él le gustaba tanto mi pelo, como a mí el suyo. O quizás, solo estaba aburrido. Reí un poco ante eso y los ojos verdes de mi padre-los mismos que tenía Tyler-, me miraron durante un segundo, luego volvieron a ser los juguetones ojos de mi hermano bebé.
- ¿Cómo ha estado tu día, Ty?-le pregunté.
- No me quejo-contestó, simplemente. 
Mi hermano era, quizás, la persona más madura que conocía, y que conocería jamás. Realmente dudaba que, al crecer, Tyler se volviera inmaduro de repente. Por si acaso, oraba a Dios cada día, pidiendo que eso no pasara.
- Ah...
- Bueno, hoy mami dijo que tendremos que irnos más temprano, pero ella debe estar durmiendo, por lo que creo que llegaremos más tarde-con eso, se encogió de hombros.
- ¿Sabes, Ty? ¿Has visto esa cosa, con ruedas, aparcada allá afuera, que luce igual al auto de mamá, pero de otro color, y que además es mía?
Tyler me miró como si estuviera loco, y quizás lo estaba. Pero eso no le daba el derecho, de todos modos. ¡Tenía cinco años!
- ¿Te refieres a tu auto?-preguntó en ese tono que me recordaba tanto a mí.
- Ese mismo-le dije- ¿Qué tal si le dices a mamá que me deje usarlo? Podría llevarte a esa guardería tuya que tanto te gusta. 
- ¿Por qué no lo haces tú?-preguntó con esa voz inocente-aunque no tanto-, que lo caracterizaba.
- Pues...porque ella te quiere más-terminé diciéndole.
- Eso no es cierto. No está bien mentir. Y yo no me meteré en problemas porque tú quieres evitarlo-me dejó helada. Y por eso es que la llamaba "su voz inocente-aunque no tanto-." Lo amaba de todas formas.
Saltó de mi regazo y corrió hasta la sala gritando "¡MAMÁAAAAA! ¡LLEGAREEMOS TAAAAARDEEEE!".
Casi podía ver a mi madre dando el salto de su vida, debido a los gritos de Tyler.
Reí por lo bajo y me levanté a buscar mi almuerzo. 
Por la ventana de la cocina podía ver a Tristan, haciendo una escena con su hermana, parecida a la que yo acababa de tener con Ty. Obviamente, Danika era más dulce que Tyler. Tristan estaba hablándole, y luego le hacía cosquillas. La niña reía a carcajadas. Cuando se liberó de su hermano, le rodeó el cuello con los brazos, y lo abrazó con fuerza. Tristan le acarició el cabello y luego le dio un beso en la mejilla.
Me pregunté si así lucía yo con Tyler, sabiendo al mismo tiempo que no había forma de que mi hermano y yo luciéramos igual de tiernos que ellos dos. Si, estaba conmovida con la escena, pero ¿Quién no lo estaría? Era la cosa más dulce que había visto en mi vida.


Coloqué mi comida dentro del microondas y lo puse a funcionar. Me pregunté si mi madre había ido a pedir el condimento en casa de los Valley.
El trabajo de mi madre, empezaba a las 9:00am, así que ella dejaba a Tyler en el preescolar, luego regresaba a casa, hacía el almuerzo, se alistaba y se iba a trabajar, hasta las 12:00m, que regresaba casa, para tener que irse, de nuevo, a la 1:30, hasta las 6:30pm.
Muchas veces iba yo a recoger a Tyler en la guardería-solo cuando mamá lo pedía-. Y otras, se iba a casa con alguno de sus amigos y ella lo pasaba recogiendo allá al salir del trabajo.
Nuestra vida no había sido precisamente fácil, desde que mi padre murió. El dinero no escaseaba pero tampoco éramos ricos. Nuestro mayor problema es el tiempo. A ella no le gusta contratar a servicios de limpieza, ni me deja conseguir un empleo, así que ella se parte el lomo por nuestra familia.
¿Lo bueno? Tenemos y siempre tendremos, a Dios de nuestro lado. Sabemos que no tenemos nada que temer, sabemos que estaremos bien. Lo sabemos a tal punto, que queremos decírselo a todas las demás familias, para que ellos, también, crean. Aunque no es fácil. No todo el mundo quiere escucharlo.


El microondas anunció que mi almuerzo estaba listo. Lo saqué y me senté en la barra de mármol que había en la cocina, a disfrutarlo. 


Mamá y Tyler se fueron unos minutos después. Disfrutaba esas horas de la tarde en que me quedaba sola. Podía hacer cualquier cosa, aunque, claro, usualmente decidía limpiar la casa un poco para mamá y arreglar la habitación de Tyler, que generalmente era un desastre de juguetes por todos lados. Pero no ese día. Estaba cansada y quería ver un poco la televisión.
Me recosté en el sofá de la sala, encendí el televisor,  y empecé a pasar los canales. No habían muchas cosas. Vi un poco de "One Tree Hill" y un poco de "Friends".
Cuando me cansé de ver televisión, me levanté y fuí hasta la cocina a lavar el plato en el que había comido.
Subí a mi habitación, leí un poco, llamé en "llamadas múltiples" a las chicas. Hablamos durante un rato, pero cuando ya se habían acabado los temas de conversación, colgamos. Christa y yo seguimos hablando durante un poco más, por mensajes de texto, hasta que su madre le pidió ayuda.
Mamá  y Tyler llegaron alrededor de las 6:30pm, la ayudé a preparar la cena, mientras Ty veía sus dibujos animados en la televisión. Comimos juntos, mientras Tyler nos contaba con emoción todo lo que había hecho durante el día. Tal parece que la guardería se convirtió en una selva, ¡Con indios y todo!
Al terminar, ayudé a mi madre con la limpieza de la cocina y después, me fui a dormir.
Estaba tan cansada que caí rendida inmediatamente, aunque no por mucho.


Algo se estrelló contra mi ventana, haciéndome saltar del espanto. En el suelo, vidrio y otra cosa. Me levanté con cuidado de no pisar los pedazos de mi ventana que estaban en el suelo. Verifiqué la hora 2:37am. Me incliné sobre los vidrios para ver el objeto causante de el agujero en mi ventana: una flecha.
Mamá siempre dice que debemos mostrar el amor de Dios a las personas y creo que tiene razón. Pero voy a matar a Tristan Valley. Y probablemente lo haría con la misma flecha que ahora yacía en mi piso.
Caminé con cuidado hasta la ventana, para gritarle a Valley todo lo que estaba pasando por mi cabeza, entonces. Estaba tan furiosa que podría haberle lanzado la flecha desde la ventana sin fallar.
Pero algo no andaba bien. Ya había alguien gritando cosas horribles en casa de los Valley. Y Tristan estaba afuera... ¿riendo? No...
Tristan estaba afuera, abrazando sus piernas, con el arco y las flechas a un lado. Y llorando. 

3 comentarios:

  1. Esiiiitoo!!! Por qué lloraaa?? cómo rayos te atreves a dejarlo hasta ahí, Morillo Flores?! Te pasaste.

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  2. Que bonitoooo!!! Es preciosooooo!!! Jo, que chulada. TEN-GO que leer el siguiente yaaa! No puedes hacernos esto, majoo! Como se te ocurre? Me supongo que ya estás a la mitad del siguiente capítulo no? Vamos, al menos, digo yo, porque mira que dejarlo así! Quiero el 6 yaaa! (Sin prisa pero sin pausa)

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  3. WoW! ¡Menudo final! Estoy deseando saber como sigue!
    ¡Pobre Tritan :(! ¡Está claro que su padre tiene algo que ver con eso!
    ¡Espero que publiques pronto el capítulo 6, porque lo has dejado en un momento interesantísimo!
    ¡Más te vale escribir!

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