domingo, 21 de agosto de 2011

Restauración. "6.- Tristan"

Cuando escuché el portazo que dio mi padre al llegar, me levanté de mi cama, busqué a Danika, la llevé hasta mi habitación y cerré la puerta con llave.
- Dan-susurré a mi hermana, que estaba medio dormida-. Dan, dormirás conmigo esta noche, ¿de acuerdo?
Danika asintió.
- ¿Qué sucede?-preguntó, con esa dulce vocecita suya que me partía el corazón en mil pedazos. Si alguien no merecía pasar por esto, era mi hermana.
- Nada-besé su frente-. Es solo que tengo miedo y quiero que me cuides, ¿lo harías?
Ella asintió y me abrazó. Papá ya había empezado a gritar. Tomé el Ipod que guardaba en mi habitación para ella y se lo dí.
- Póntelo, Dan-me hizo caso. Aún no lo había encendido, por lo que sabía que estaba escuchándome-. Ven, acuéstate.
La llevé hasta la cama, encendí el Ipod y cayó rendida inmediatamente.
Busqué, tan rápido como fui capaz, toallas y las coloqué en la rendija de la puerta para ahogar un poco el ruido. Haría cualquier cosa por esa niña dormida en mi cama. Cualquier cosa. Y esa precisamente por eso que debía dejarla sola, encerrada.
Mi padre no llegaría a la parte superior de nuestra casa, si podía evitarlo.
Tomé mi arco, mis flechas y salí por la ventana, con sumo cuidado de no hacer demasiado ruido, o de lo contrario, todo estaría arruinado. Debía merecerme, pero merecerme de verdad lo que me venía después.
Abajo, ajusté el arco para practicar un poco mientras esperaba. La primera flecha se me escapó y fue a parar a la casa de los vecinos, rompiendo el vidrio de la habitación de Alexus. Me pregunté si las cosas podían ir peor, pero realmente no me importaba. Lidiaría con Alexus en la mañana.
Desde nuestro patio, podía escuchar a mi madre rogándole a mi padre que no la golpeara y a continuación un grito agudo. Y estaba vencido. 
Dejé caer el arco, las flechas, y luego a mí mismo, en medio de la oscuridad y la crisis en mi casa. 
Las lágrimas empezaron a brotar, pero ¡Qué diablos! Si alguien merecía llorar, era yo. Estaba solo, Danika estaba a salvo. No tenía que ser fuerte por nadie más que por mi mismo y no se me antojaba. ¡No se me antojaba ser fuerte! Si mi padre me echaba de la casa por llorar, bien. Si me mataba a golpes por llorar, perfecto. Pero esto, este momento, era mío. Este momento no me lo podían quitar.
- ¿Tristan?-su voz era casi inaudible y llegó desde atrás, pero sabía perfectamente quién era.
Me levanté, sequé mis lágrimas y la tomé por los hombros, apartándole de donde podía ser vista. El rostro de Alexus era un signo de interrogación, y temor, mezclados.
- Vete-susurré, mirándola suplicante.
- ¿Qué está sucediendo...?
- Vete-la corté-. Vete, por favor.
Debí saber que ella saldría a asesinarme por su vidrio en cualquier momento, pero este momento no era el apropiado. En este momento, ella debía irse.
- ¡No!-exclamó en un susurro.
Esta chica... ¿Cuál era su problema?
- Alexus-dije, mirándola tan duramente como fui capaz. Tanto, que incluso me dolió-. Vete, ahora.
Faltaba poco para que mi padre empezara a gritar mi nombre y yo estaba convenciendo a la chica de al lado para que se largara.
- Mi papá solo está un poco borracho. No es nada, de verdad. Vete-traté de nuevo, siendo amable, ya que la dureza no funcionó.
Pero sus ojos seguían clavados en mi, y no se movía.
- ¡Por lo que más quieras, Alexus, vete!-la sacudí por los hombros.
Y ahí estaba mi nombre, con rabia y asco, como siempre. 
Le di la espalda y empecé a caminar hacia la entrada.
Ella me tomó por el brazo, deteniéndome.
- ¿Qué haces?-preguntó con esa misma expresión de confusión y miedo, de antes.
- ¿Qué crees que hago?-dije, liberándome-. Me está llamando-y ahí estaba la voz de mi padre, gritando mi nombre una vez más-. Vete, Alexus, por favor. Ve a casa. Hablaremos mañana.
Volvió a tomarme del brazo.
- ¿Lo prometes?-¡por todos los cielos!
- Sí, lo prometo. Ahora, vete.
Alexus me dejó libre, luego corrió hasta su casa y yo hasta la mía.


Papá estaba a mitad de la escalera cuando entré. Sabía lo que venía ahora, lo había sabido desde el momento en que bajé por la ventana. Pero había llegado a tiempo para ser el hijo en el que descargaba toda su furia y eso era lo importante.
Mi padre me vio y se acercó.
Contuve la respiración mientras esperaba la primera oleada de dolor.


Mis padres ya estaban dormidos. Era mi turno, ahora.
Subí las escaleras con cuidado, hasta mi habitación. Busqué la llave en mi bolsillo, sorprendiéndome al encontrarla, de que no se hubiese caído, y abrí.
Mis ojos se encontraron con los de mi pequeña hermana, que estaba de pie frente a la cama, con los ojos fijos en la puerta y lágrimas corriendo por sus mejillas. Sabía que había estado gritando, pero para eso era la toalla, para que mi padre no pudiera escucharla. 
Entré, cerré la puerta y me agaché allí mismo, entendiendo que mi hermana necesitaba moverse.
- Ven aquí, hermosa-le dije.
Danika corrió hacia mí, me echó los brazos al cuello, me abrazó con fuerza y lloró. La abracé igualmente, y, aunque dolió un poco, no me arrepentí de haberla dejado encerrada y de haber tomado como propio, cada golpe que mi padre le habría dado, de haber llegado hasta ella, porque los abrazos y los besos de mi hermana hacían que valiera la pena.
Cargué a Danika hasta mi cama y me acosté a su lado, dejando que me abrazara como si fuese uno de sus peluches.
- ¿Oye, Dan?-ella se movió un poco, donde estaba-. Gracias por cuidarme esta noche. 

3 comentarios:

  1. ¡Qué final más bonito y triste! :´(
    Todo el capítulo me ha encantado. Ha sido uno de los más profundos, donde se conoce mejor a los personajes.
    ¡Espero impaciente el siguiente!
    Besos!

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  2. Eso si que es un hermano. Pero yo creo que no se merecia esa paliza que le dió su padre. T__T Además pobre de su hermana tenr que oir y ver todo lo que sucedía en la casa. ¿Que le dirá Tristan a Alexus? hum.. bueno guapa, ya nos avisarás de tu próximo capítulo. Y porcierto, nos gusta muchpo el título de la novela. Besos

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  3. Buaaa... :´-( QUe trisste!! Maldita Alexus, quien le manda ir en el momento menos oportuno? Pero lo peor es cómo se escabullirá Tristan de esta... Que enternecedora la historia con su hermana!! Cada vez adoro más a Tristan y no me cansaré de repetirlo. Ojalá llegue pronto el 7! <3

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